Numerosas personas han llegado la jornada de este domingo a la capilla del Destacamento de Montaña N° 9 Arauco, en el cuartel de Cañal Bajo, en Osorno, para acompañar a los familiares, amigos y camaradas de armas de los integrantes del cuadro permanente teniente Jorge Jiménez Estrada y el cabo primero Jaime Cayuan, quienes fueron hallados muertos la tarde del sábado en el Volcán Puntiagudo luego de seis días de haber sido reportados como desaparecidos mientras participaban en una actividad recreativa.
Pasadas las 14 horas comenzaron los preparativos en el Servicio Médico Legal de calle Angulo, para la entrega de los féretros con los restos de los militares, cuyas carrozas enfilaron de maneras separadas, pero con un mismo destino, el cuartel de Cañal Bajo.
El primer cuerpo entregado fue el del joven oficial, donde su viuda, la también funcionaria militar, teniente María José Cáceres, comentó detalles de la actividad deportiva que hizo su marido y los otros dos funcionarios.
«Ese día, llegaron al macizo, hicieron su planificación, tomaron las medidas como buenos montañistas profesionales, y partieron a hacer cumbre. Llegaron a la mitad del volcán, el domingo hacían cumbre y luego descendían”.
La joven aprovechó de conversar con la prensa en las afueras del Servicio Médico Legal, ocasión en la que entrega los agradecimientos a todos quienes se sumaron a las labores de búsqueda, apoyaron el operativo o hicieron llegar palabras de aliento.
“Tomé esta oportunidad porque quiero dar las gracias al Destacamento Número 9 Arauco junto a todo su personal, dejaron los pies en la nieve buscándolos; dejaron a sus hijos, su familia, su señora, todo por encontrarlos y eso me llena el alma porque uno ve que la familia militar está en las buenas y en la malas. Agradezco enormemente a todos los que participaron de una u otra forma en el destacamento por encontrar a mi esposo y padre de mi hijo. Llegó mucha gente, mucho cariño de todas partes, de Arica a Punta Arenas. Gente que uno no conoce, pero que es empática y se pone en el lugar de uno; no recuerdo cuando había sentido tanto cariño y amor como en estos momentos. Lamentablemente, tienen que pasar estas situaciones para que la gente se una. A pesar de este momento, estoy feliz por todo el cariño que recibí y que le dieron al personal”, manifestó.
“Estoy eternamente agradecida por cada persona que puso su granito de arena. Hubo gente que llevó donaciones a quienes estaban patrullando, que envió saludos. Se agradece a todo aquel del que no tuvimos conocimiento, pero con su pensamiento nos acompañó”, concluyó.
La familia de Jiménez cremaran sus restos, mientras que por el lado del caso del cabo Cayuan, mañana llevarán el féretro a una sede social en Rahue Alto, para seguir con su velatorio y posterior funeral.
Durante la tarde de este domingo se realizaron dos responsos en la capilla el Destacamento, hasta donde llegó cerca de las 16.30 horas el Comandante en Jefe del Ejército Javier Iturriaga, quien evitó hablar con la prensa apostada en las afueras del recinto militar.
