«Para muchos puede que le haya tomado por sorpresa, pero para las personas de mi círculo cercano, es algo que ya lo había pensado tiempo atrás. Fueron dos años, un tiempo prudente», cuenta Daniel Lilayú Vivanco sobre su renuncia a la Gobernación Provincial, lo que se concretó la tarde de este viernes, la que además tiene motivos «personales y familiares».
«Creo que, como gobernador me tocó un período muy especial en el país y en Osorno. A los tres meses de asumir cayó el puente Cancura donde falleció un joven y todo lo que significó el trastorno para una parte de nuestra provincia; luego vino todo el desastre de Essal, una empresa que para mi gusto no cumplia los requisitos y se debe ir, ahora lo puedo decir y ese es uno de los motivos por los cual renuncié. Comparto ampliamente lo que opinan y dicen los vecinos», analiza Lilayú sobre su tiempo al mando de la Gobernación, que define como un «desafío», agradece al Presidente Piñera por la confianza entregada.
CRISIS SOCIAL:
Sobre las consecuencias del «estallido social», quien fuera concejal por Osorno, cuenta que «en los últimos cuatro meses sufrimos los embates de la violencia, yo y todos los funcionarios que trabajamos en la Gobernación, con barricadas, incendios, agresiones y amenazas. En mi oficina quedaron los peñascazos que quedaron grabados y que podrían haber tenido graves consecuencias si golpeaban a alguien, pero quisimos seguir trabajando con todo el desgaste y la poca tranquilidad que había».

TOMAS DE TERRENO:
«Osorno fue la segunda ciudad con más tomas en el país y como gobernador estaba obligado por ley a prestar la fuerza pública y desalojar y restituir los terreno. Eso conlleva un desgaste porque hay cosas que a uno no le gustaría nunca hacer, pero debo cumplir la ley», comenta el también médico cirujano.
SU FUTURO POLÍTICO:
Daniel Lilayú es parte de la Unión Demócrata Independiente, partido del cual ha sido presidente distrital. En esa posición reconoce que desde la UDI le solicitaron ser candidato a alcalde por Osorno, pero para lo cual debería haber renunciado en el mes de octubre, «mes donde se vino el estallido social y no me sentía bien dejando abandonado el cargo en ese momento. Había que poner el pecho a las balas». Señala que le gusta el servicio público y la política, por lo que en la inmediatez va a apoyar el movimiento por el Rechazo a la Nueva Constitución y no descarta ser candidato a la Asamblea Constituyente o a Diputado, si su partido lo considera apto.