No importó la lluvia, solo importó hacerse escuchar y manifestar su molestia ante la Empresa de Servicios Sanitarios de Los Lagos (ESSAL), que desde el pasado jueves 11 de julio mantiene a gran parte de Osorno sin suministro normal de agua potable. La situación cambió parcialmente este miércoles cuando, con visita del Presidente Piñera incluida, se anunció el retorno del servicio. Cuestión que sólo duró unas tantas horas, pues un nuevo corte dejó a varios sectores, de nuevo, sin el vital elemento. La empresa cifra en cerca de 13.000 clientes quiénes siguen esperando soluciones y volver a la normalidad.
Este mediodía, cerca de un centenar de osorninos marcharon por las calles del centro de la ciudad manifestando su sentir. Aquella marcha, que incluyó sonoros cacerolazos, fue la primera de muchas movilizaciones que se realizarán, donde la gente solicita, entre otras cosas, que se ponga fin a la concesión de Essal en la ciudad.

Esta tarde, a las 19 horas se llamó a una nueva marcha para continuar con las expresiones de molestia, la que comenzó en la Plazuela Yungay y finalizó a las afueras de la Gobernación Provincial, congregando a miles de personas, cientos de familias que recorrieron las calles céntricas para exigir respeto, prontas soluciones, la salida de la empresa y la renuncia del Intendente Harry Jurgensen.

La paciencia de los osorninos se acabó ante las explicaciones de la empresa sanitaria, y ante la, para muchos, pasividad del Gobierno. ¿Hasta cuándo se normalizará el suministro? Es algo, que por ahora, ni Essal puede responder.