La idea de la resolución, aprobada por la Sala de la Cámara, es modificar las mallas curriculares, para así propender a una mayor inclusión de las personas sordas.
Por unanimidad, la Sala de la Cámara aprobó la resolución 1033. En ella se solicita al Presidente de la República que, a través del Ministerio de Educación, elabore, modifique y ejecute programas para la educación superior, especialmente, en las carreras de pedagogía. El objetivo es incluir en sus mallas curriculares, la creación del ramo de lengua de señas chilena.
En sus fundamentos, se destaca que la inclusión de personas con discapacidad auditiva es un tema relevante y de vital importancia para garantizar la igualdad de oportunidades y el pleno ejercicio de los derechos de esta comunidad.
Uno de estos derechos es el acceso igualitario a la educación. Para ello se requiere contar con docentes capacitados en lengua de señas chilena y de métodos pedagógicos inclusivos a lo largo del desarrollo educativo (educación parvularia, básica y media) de niños, niñas y adolescentes.
En ese marco, el texto señala que la inclusión de personas sordas, a través de la enseñanza de la lengua de señas en los establecimientos educacionales, promoverá un mayor acceso a la educación y a la información. Ello garantizará la igualdad de oportunidades y el pleno ejercicio de los derechos de esta comunidad.
Por lo anterior, estiman necesario garantizar el acceso a la educación a personas con discapacidad auditiva en la educación parvularia, básica y media, promoviendo de esta manera la incorporación de profesionales con conocimiento de lengua de señas chilenas en todos los niveles de educación.