En el marco del cierre del programa «Convivencia Escolar, Salud Mental y Prevención de la Violencia Escolar», presentado ante la Comisión Social del CORE, se expusieron los significativos avances de esta iniciativa regional que tuvo una duración de 24 meses y una inversión total de $135.221.000 por parte del Gobierno Regional de Los Lagos.
El programa es ejecutado por la Universidad San Sebastián, en colaboración con la Fundación Volando en V, y logró superar ampliamente sus metas iniciales, beneficiando a más de 5.300 estudiantes, 3.100 apoderados, 500 docentes y 57 asistentes de la educación de escuelas básicas y liceos técnico profesionales de la región.
El presidente de la Comisión Social del Consejo Regional de Los Lagos, César Negrón, sostuvo que «estuvimos reunidos en la Comisión Social con la Universidad de San Sebastián, con Paulina Lobos, quien nos vino a exponer la experiencia del programa de salud mental, violencia escolar, convivencia escolar que ejecutamos en conjunto con la universidad desde el Gobierno Regional y el Consejo Regional. La verdad es que fue una presentación muy completa con todas las variables, con todos los detalles. Es una inversión muy menor para el impacto que tuvo este programa y lo único que queremos es que en un futuro no muy lejano podamos replicar con una segunda etapa, considerando nuevos hitos, nuevas variables».
En este contexto, Paulina Lobos, directora de Postgrado y Educación Continua de la Universidad San Sebastián y líder de este proyecto, comentó que «este programa lo pudimos ejecutar por dos años con éxito y la verdad es que todos los porcentajes asociados a beneficiarios, a cobertura, fueron cumplidos en su cabalidad y además de eso los aumentamos. Y como yo le he contado hoy día a los consejeros, que creo que es lo importante de esta presentación, existen muchas necesidades de las comunidades educativas desde los territorios más apartados hasta las comunas más cercanas a la capital, en este caso, que quieren tener herramientas de estas características porque lo importante en las comunidades educativas es aprender a gestionar la convivencia educativa y para eso es importante que todos sean parte. Y hoy día cada uno de los miembros de las comunidades educativas necesitan tener formación en estas áreas que nos permitan en definitiva hablar el día de mañana de educación de calidad. Si queremos disminuir las muestras de violencia de las que últimamente nos hemos enterado a través de los medios de comunicación, es sin duda importante que todos podamos trabajar en estas materias».
Al respecto, la consejera Catalina Saavedra, indicó que «solo corroborar el compromiso de poder darle continuidad a estas iniciativas que van llenando también el alma de la infraestructura. Sabemos que los gobiernos regionales no solo están para financiar infraestructuras, sino también programas que puedan fortalecer algo tan fundamental como es la convivencia escolar, porque además está comprobado que no hay aprendizaje posible en un ambiente hostil, así es que esperamos que este tipo de iniciativas se puedan robustecer, impactar a todos los territorios de nuestra región, y también ojalá contemplar dimensiones que puedan hacer programas que no se corten y que se vayan profundizando sobre todo con herramientas como la educación artística o el deporte. Así que felicitaciones y a seguir trabajando».
Entre los principales objetivos del proyecto se destacó la promoción de una cultura de paz, la instalación de referentes estudiantiles positivos y el fortalecimiento del trabajo colaborativo dentro de las comunidades escolares, con foco en la prevención de la violencia física y psicológica.
El equipo a cargo estuvo conformado por profesionales de diversas disciplinas, destacando la participación de académicos de postgrado, sociólogos, psicólogos, profesores y administradores públicos. A su vez, estudiantes de postgrado y pedagogía en educación diferencial de la USS participaron activamente, fortaleciendo la vinculación con el territorio.
Dentro de las actividades más relevantes se encuentran talleres «de estudiantes para estudiantes», acompañamiento en terreno, medición de clima escolar, formación de referentes y encuentros interescolares como el «1er Encuentro Volando Alto».
La iniciativa alcanzó el 100% de sus indicadores, tanto en ejecución como en resultados, lo que refleja un compromiso real con la salud mental y la convivencia en los espacios educativos.
Los beneficiarios del programa fueron: el Grupo Escolar de Puerto Varas, el Colegio Mirador del Lago y el Liceo Pedro Aguirre Cerda en Puerto Varas; la Escuela Vicente Pérez Rosales, el Liceo Ignacio Carrera Pinto y el Liceo Industrial Chileno Alemán en Frutillar; y la Escuela Básica de Fresia junto al Liceo Carlos Ibáñez del Campo en la comuna de Fresia.