
Una profunda preocupación embarga a la comunidad educativa del Jardín Infantil Kimkimtual Ta Pu Pichikeche, ubicado en el sector Quinto Centenario de Osorno. Solo en lo que va de este año, el recinto ha sido víctima de seis robos, afectando gravemente su funcionamiento y la seguridad de los 60 niños y niñas que asisten al establecimiento.
Los delitos han obligado a suspender repetidamente las jornadas educativas, dejando a las familias “de brazos cruzados”, como señalan los apoderados. El jardín cuenta con 12 docentes y atiende a menores en cuatro niveles, muchos de ellos provenientes de hogares con altos índices de vulnerabilidad social.
Más que un jardín, este lugar también es un soporte vital. “Aquí muchos niños acceden a su principal alimentación del día”, señala Alejandro Vargas, apoderado del establecimiento, quien ha encabezado gestiones con el DAEM y la municipalidad para solicitar mayores medidas de protección, sin obtener respuestas concretas. Vargas advierte además el temor de que un futuro robo ocurra a plena luz del día, poniendo aún más en riesgo la integridad de los pequeños y del equipo educativo.
El jardín, con cerca de 15 años de historia, ha sufrido al menos 40 robos desde su fundación, según indican los propios apoderados. La reiteración de estos hechos ha generado un sentimiento de abandono institucional y urgente necesidad de acciones concretas para garantizar un entorno seguro y estable para la primera infancia.